1ª de cuá

Dos personas escriben en este blog (queda indicado quién escribe qué al inicio de cada entrada): Titolino y Titolina, pretendemos contar estados de ánimo, recuerdos, pequeños momentos, fantasías y deseos. Bienvenidos los que sienten de verdad o los que guardan un pequeño espacio dentro para hacerlo algún día... ***Textos e imágenes registrados en la Propiedad Intelectual. Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso expreso de los autores***

24 octubre 2006

Lecheeee, lecheeeee, ázúcaaar, natillaaaaas...

****Titolina indignada*****

Otra nueva pérdida.
Elena, no te vayas a las islas, dónde vas a estar mejor que rebozada en el sofá en medio de miles de restitos de pared que se te incrustan entre las vértebras?
Yo no puedo mantener el poder entre tanta testosterona sola!!!

Lecheeeee lecheeeee lecheeeeee!!!!

Te echaremos increíblemente de menos.
Eres genial.
No tardes en volver, por favor!!

Azúuuuuucaaaaar!!!!

Te recordaré, sin duda.
No hay mejor isla que esa que haces en el vaso de cola cao!

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23 octubre 2006

Busco luces para regalártelas.

Titolino a.k.a Buscador de luces para regalártelas,


“Son las siete de la mañana,
fumo un cigarrillo en tu cocina;
silencio roto por dos ambulancias,
tú en el cuarto de baño
dejando correr las aguas
para que se lleven lo impuro
que tu ser guarda.
Tengo miedo Amor mío,
se que no es justo pero lo tengo.
Fuerte y agradecido por verte reír,
te siento libre
aún sabiendo que en parte inerte.
¡Qué grande es tu alma!,
yo hubiese muerto mentalmente;
sencillamente admirable,
y no es pena lo que siento.
A veces no se como comportarme,
más burro que Talones
dando coces torpes.
Me siento como un imbécil
al que le quedan veinte minutos para ir al trabajo
y no sabe como decir esto.
Te amo y tiemblo de pureza por ello,
por las veces que me sientes.
Gracias por los domingos,
por ese clamor al cielo
alguna vez saldrás en las estampitas,
pero ya eres Santa.
Mañana te veré
pensando que este lunes se ha acabado,
que su lluvia repentina
se lleve a los malos perros
del estomago.
Luz que a los caminos acompañas,
a los ciegos derrotas
y del color creas un niño;
en ti confío más que nunca,
reposa tu mejilla
sobre la mejilla de esta niña.”

21 octubre 2006

Cación Impura.



Titolino a.k.a In Urbanómio.



Canción impura.


“De nostalgias infinitas ascienden
hechos finitos, cual débiles fuentes
que temprano y temblando se inclinan”
Rilke.


A Charles Bukowski.


“Salgo del trabajo pensando
que todo levita,
y me dejan aquí abajo,
tranquilo y difuso,
disfrutando de lo que tengo
y lo que tuve,
cantando una Canción impura
en honor a lo que se sabe
y nunca se aprende,
porque sabe a mil flores frescas
sin importarnos el veneno.
Perdido en un círculo
llamado Recogidas,
donde la gente hace un rato
que ha salido,
con un par de copas en el cuerpo
ya están libres de pecado,
y se exhiben los unos a los otros
como egos inmensos,
genitales que empiezan a reírse,
se miran y no se dicen,
guardan la Noche para el desayuno.
Mil pedazos del cielo negro,
hieren las almas sin sombrero,
las firmas recorriendo el mármol.
Canción impura,
por los sentimientos buenos y malos,
el Amor y el sexo barato,
opuestos unidos dentro,
los llevamos de la mano.
Clamor de los pájaros,
grito nocturno de La Trinidad;
si, es cierto,
hay poemas muertos
en el Jardín Botánico.
Canción sin estribillo,
fumo y siembro,
duermo tranquilo;
historias de languidez en sonetos
ocupan los sueños
que vivo cuando puedo.”


Helecho vegetante.

"Vegetación diminuta. 5". Alíamor
Granada. 2006
Titolino a.k.a Helecho de canalón.


“Espero recordarte,
cartas bonitas escribirte;
escribirte, besarte, decirte.
De todo menos olvidarte.”

Tremendo Menda.



“Si, ya lo recuerdo, pero late.
Late mientras viajo a toda prisa por el camino de vuelta a casa.
No te veo entre tanto pasado, entre tanto que no viste.
Ahora siento en brillo de la saliva en tus labios.
Las risas cuando intentamos cazarnos.
Besarte, hablar contigo; adiós a la materia.
Espiritual.
Son bellos lo poemas que no te escribo,
los dibujos que no te enseño;
por tonto o por fumao
se me pasa el tiempo, tu tiempo.
No hay plegarias altas,
tampoco idioteces de seudo poperas.
Late, late; vuela y se moja.
Deja crecer este helecho nacido de un canalón,
podremos verlo juntos.
La humedad en sus hojas,
la vida sigue en el invierno.
Odiarnos como sabemos,
dando la vuelta al asunto siempre.
Utilizando la vida como cenicero,
apagando pensamientos en esta realidad,
sabemos desde que el sol sale
que no es trabajo de un galerista.
Juntos podemos,
recuérdame lo justo, vive conmigo
los días con o sin gloria.
Del agua y el frío crecen los helechos,
no tienen pétalos amarillos,
crecen hasta en los abismos.”

17 octubre 2006

En la puerta del Botánico

****Titolina ultrasónica****

A veces creo ver,ver cómo vendrás,vendrán detrás de mí.
Envuelta en una música,volando en una brisa de trompetas,soñando, flotando sobre el mar en mi cabeza,cantando, bailando y gritando que jamás me dejarás.
Las noches en el bar.El mar detrás de ti.Esta vez es de verdad.
Escrita en una página cursiva de una prosa de madera,sin rima, grabado en mi memoria como en piedra.Brillando, llamando, envuelta en una música especial.
¿Dónde están los días y ese azul?Di un lugar donde estés tú,que si el azar nos va empujando hasta el final, sólo habrá casualidad.
La casualidad nos va a alcanzar,nos va a salvar y a matar.
A veces creo ver,ver como vendrás chocando contra mí.
De las sombras de tu corazón fingiré que he sido yo.¡Que no!
Que si al final nos va empujando sin querer ese azul no va a volver.
Ese azul nos va a alcanzar.Ese azul nos va a salvar.Ese azul nos va a alcanzar.
Ese azul nos va a matar.


...Iván.

Los días azules van y vienen, de una vida a otra, y, si quieres, me haces una canción que se llame Fotogramas y cuentas todo lo que pasó ayer. Pero mientras, elige una nube entre todas las que te observan, y dibujala en alguna pared, hasta que la muerte de un poema en la pared del Botánico te detenga.

Intenta comprender mi estado, intenta derivarlo hacia la poesía pura o intenta derribarlo entre disertaciones de la más confusa metafísica. Pero no me pidas que ponga aceite en el engranaje, no me pidas que deje de escribir a impulso y no rebusques dónde está la mentira o la maldad, jamás la hubo.

No sé, ese poema muerto en el Botánico me pone triste, igual que hacerle una mueca a un niño me divierte, entre medias, creo que encontré el sentido de la vida, y, cuando me quise dar cuenta, se me vino a la cabeza mi profesora de pre-escolar quitándome uno de mis tesoros para dejarlo en la caja de los objetos perdidos.

Otra vez.

Allí se pudre, allí se olvida, allí se muere todavía, como muere esta idiotez sin sentido alguno ¿tú también has olvidado todo? ¿lo has dejado morir, pudrirse? ¿es posible?
Me cuesta tanto creerlo...
Que personas que deben estar cerca, siempre estén lejos, más lejos que la distancia...

Quién lo entiende, quién entiende un deseo que te destina a ser infeliz de por vida. Desear es sinónimo de tristeza demasiadas veces, y de golpe, mira dónde estoy, haciendo fotos con una lija del seis para alguien que no pueda verlas.

Si lo consigo, te haré un retrato, que no puedas ver.

Las fotos, o lo que queda... miles de posters por la calle, todos con mi nombre al lado de tu foto. Todos sin sentido. No puedo mirar.

Una llamada que te hace feliz durante el resto del día. Planear un viaje contigo y poder llevarlo a cabo. Hablo por ti y por ti y por los que alguna vez frenásteis alguna lágrima con una sonrisa.

Por qué ya nadie me canta nanas con nariz de goma, por qué no hay palabras por inventar ya.

No entiendo que sentimientos que están unidos para siempre se omitan en un maléfico silencio.
No entiendo caminar sin la libreta, no encuentro a alguien con quien sentarme en una plaza a escribir las cosas que nadie ve y que un ojo atento adivina.
No entiendo que ir al Plaza sea imitar a los que no se conocen, que tomar un café sea mirar a un lado y al otro, que haya sentimientos que se "exhiban" por... (no me vendas, no te vendas)
No entiendo dónde está la gracia de gastar el tiempo sin ti.
No entiendo lo difícil que es no contaminarnos.
No entiendo tu foto.
No entiendo qué todas las excusas que pongo encerrada en un cuarto de baño cualquiera, para no llorar.
No entiendo nada, debo ser la más niña más tonta del colegio.

Porque yo, no entiendo que mueran los poemas en la puerta del Botánico.


("¿dónde estás? no te veo, es mejor, ya lo entiendo...")

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Amnesia

****Titolina febril****

Recuérdame cuando hacíamos las cosas por lo bonito que era hacerlas, no por su fin.
Recuérdame cuando esas cosas eran únicas, y nadie que no fuésemos tú y yo podían entenderlas.
Recuérdame cuando no había una burbuja gigante aquí.
Recuérdame cuando la banalidad y el vacío estaban demasiado lejos como para saber nombrarlas.
Recuérdame cuando no había trabajo sucio que empañaba lo puro.

Recuérdame, porque yo ya no lo recuerdo, de hace tanto que se fue.
Sigo en ese mundo creado a medida, tú bajaste a por tabaco y sólo vienes de visita.

Recuérdame que cuando te vea, recuerde que es un recuerdo lo que tengo delante,no a ti.
O cúrame la amnesia.

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14 octubre 2006

Lo que no se dice.

¿dónde van las palabras que no se dicen? Siempre ha sido mi gran pregunta...

Hoy, por fin, encuentro la respuesta, pincha en el título si quieres saberla tu también.

Lo que no se dice, al menos que no caiga en un saco vacío...

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Amor de tres al cuarto.


Titolino a.k.a Poeta Ruso



“Todos viviendo y yo callado”.

Rapsus Klei


Charles Bukosky, el poeta maldito.
Acudo a él aún sabiendo que me duele lo que leo, por ser tan duro como sencillo, tan sencillo como claro.
Si habla de calles, nos cuenta historias de los comportamientos humanos y lo difícil que es convivir con ellos, con sus mentes.
La libertad es una palabra bonita, él la tacha de culpable; humanos somos entre pensamientos egoístas que nos llevan al narcisismo tenue donde nos escondemos.

Hombres y mujeres, calidades sentimentales opuestas en su obra, narran vidas sencillas,
lo complicado que es vivirlas.

Nunca quiso escribir la palabra AMOR, le dolió el pensarlo, pero como todo ser sensible tuvo que hacerlo.

Putas y ratas, pederastas y mecánicos; todos entran en el paraíso vegetante de Bukowsky.
Un machista, borracho, adicto a las drogas, perdido entre latas de cerveza calientes sin querer ser un James Dean, un rebelde con el único propósito de serlo.

Amo sus versos, sus palabras sucias que me cambian, un sofista sin toga blanca hablando con un marinero.

Su poema “ A solas con todo el mundo”, es con el que me late el corazón con más fuerza. Vivir con la esperanza de que el Amor algún día mueva el mundo, es algo en lo que creo firmemente, lo que me mantiene sabio al tomar decisiones complicadas, a aceptarlas. En los versos de dicha poesía nos deja claro que por mucho que nos compliquemos, el Amor es algo muy sencillo: buscarlo o encontrarlo, romperlo o evitarlo, son cosas que aparente mente son muy complicadas pero sabemos perfectamente que si fuésemos totalmente sinceros con lo que sentimos y ver como actuamos cuando estamos totalmente en ese estado de libertad conseguida por la tranquilidad máxima, no corromperíamos ese estado que nos hace ser animalitos pensantes capaces de crear todo lo bueno que nos propongamos.

A solas con todo el mundo.

"La carne cubre el hueso

y dentro le ponenUn cerebro

yA veces un alma,

y las mujeres arrojanJarrones contra las paredes,

y los hombres beben demasiado,

y nadie encuentra al otro,

pero siguen buscando

de cama en cama.

La carne cubre el hueso

y la carne busca algo más de carne.

No hay ninguna posibilidad:

estamos todos atrapados

por un destino singular.

Nadie encuentra jamás al otro.

Los tugurios se llenan,

los vertederos se llenan,

los manicomios se llenan,

los hospitales se llenan,

las tumbas se llenan,

nada más se llena.
C. Bukowsky

Después de haberlo leído al copiarlo, la cabeza fluye y el corazón late.
Nada más se llena…; nos dice, que verdad tan grande como para dejarlo pasar como hacemos siempre.

Vivirlo simple.

“Mi Amor jugaba a ser mayor mucho antes de llegar”
I. Ferreiro


A lo sentido por ser sentido.

“Vivo con la esperanza
de que el Amor algún día mueva el mundo,
y nosotros empeñados en detenerlo.

Que tontos somos sin mirarnos al espejo,
sin sentir lo que somos,
de quienes venimos.

Amor, ¿Quién te puso ese nombre tan sencillo?,
¿Quién te indicó el camino a nuestro interior?
Nos subes y nos bajas como un Yo Yo,
dos egos al mismo ritmo
con físicos diferentes,
sus cinco minutos antes de levantarse
similares pero diferentes.

La genialidad de lo imprevisible,
la sencillez del después,
lo complicado del fin;
esos tres procesos están bien marcados
en nuestros ojitos
pensando que nadie nos mira.

El amor, los franceses,
las feas canciones poperas
de los Cuarenta Principales,
el cante de Pereza,
Antonio Vega;
una vez me dijeron
que las canciones te toman el pelo;
tan cierto como eso,
por poder sentirlo cuando huyo,
cuando huyes y yo canto.

Amor de tres al cuarto,
del que se emborracha cuando se miente,
¿Por qué eres tan grande que me rompes?
¿Por qué no pueden verte?,
se que si lo sintieron no pudieron verlo todo,
nace y muere todos los días,
y así es libre como un niño
que se duerme sin nana,
sueña lo que nunca nadie sabe,
y despierta con los ojos cerrados.

Gracias por venir a mi sin pedírtelo,
por tener a personas viviendo
en el latido.
Algún día serás mayor,
te reirás de las viejas fotos,
todo será un despiste
aunque no quiera serlo.

Poeta Ruso.

Bien, somos uno sin mitad.



Hay una canción de Alis que se llama "Somos uno sin mitad". Cuando la oía, pensaba que él no tenía razón, ahora me llama todos los días para cantarme la canción desde lejos, con recochineo.

Algunos veces, cuando se pone bucólico, me canta "Decidiste tú", entonces lo hecho de mi casa, directamente, le lanzo los zapatos, la guitarra y lo que se me pone por delante.

Aún así, se pone debajo del balcón y sigue "bien, somos uno sin mitad, peculiar forma de ver las cosas y de actuar.. paparapaaa. Estamos en un plan comprometido, la idea es no alterarse y no gritar, es un mal sueño hecho realidad. Miento y mientes tú, salgo y entras, tiro y sueltas. Cada uno a su lugar, lalala, creo que esto no tiene sentido, es como un guión sin terminar, como un jugador sin su rival..."

En homenaje a ti, Alis, que te empeñas en hacer la banda sonora de mi vida y cantarme cada día, todo el repertorio.

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Deseos fehacientes de matar (el mundo de la psicología de andar por casa)






(Vida nocturna de Merche&Chatun, arreglando el mundo)

****Titolina says, no pretendo que os riaís, es tan sólo mi sincero homenaje a un gran momento… algunos me odiaréis más a partir de hoy****

Cuando empiezo a hablar, no paro…

Me sorprendió ver qué baratas eran estas pastillas, era como “qué barata es la felicidad”. Lo mejor es cuando te pregunta que si oyes voces que te dicen que mates a alguien, y tú le explicas, lo más educadamente posible, “mire usted, señor, por los cien euros que me ha cobrado por decirme esto, ¿cómo no quiere que me entren ganas de matarlo a usted?”

Un caso claro de deseos fehacientes de matar.

Siempre está el clásico que te dice, “tía, estoy con la depre, no sé qué ponerme el sábado”
Bien, aquí la gente coge y suelta las “depres” como se cambia de bragas. ¿a qué llegamos con ello?

A los deseos fehacientes de matar.

Pasión de Gavilanes ha hecho mucho daño a esta sociedad. (el ejemplo puesto para este caso me lo ahorro…)

Deseos fehacientes de matar.

No se puede ir por la vida derrochando cierto tipo de comentarios. Por ejemplo, a mí cuando me vienen “ea, que estamos todos igual, con el estómago rarillo, será el agua, que ahora tiene más cal. Tú me entiendes, ¿no?”

Vamos a ver, señora, que se ha metido usted entre pecho y espalda un café Cumbal recién levantada, acompañado por un Winston; no me compare, señora no me compare y no me diga que el agua tiene más cal, que me lanzo a su yugular con todos mis respetos…

Deseos fehacientes de matar.

(Merche) (refiriéndose a un dato aquí censurado)La frase “pareces una vieja” la enmarcaría. Se la metería por el culo a alguno.

(Chá)Luego están los victimistas, que son geniales.
Esa victimista en su casa un domingo por la tarde, que se ha acabado de leer el Semanal y no echan nada bueno en la tele.
“¿qué hago? Voy a probarme la ropa que tengo en el trastero.”
Ese pantalón que no entra. (normal, era de cuando tenías catorce años, mona)

(Merche) “todo lo malo me pasa a mí”

(Chá)Ya la tienes, explosión, ya está aquí la artista victimista, haciendo perdidas a diestro y siniestro a toda su agenda como una loca descosida para que alguien la llame.
¿quién es la tonta a la que le entra la vena de la compasión?
Tú, por supuesto.

Y, ¿qué ganas? “Buahhh, tía, hoy estoy con la depre, ven ahora mismo a mi casa que si no me tiro por la ventana.”
Cuando llegas está ordenando los cds.
Y a ti, ¿qué te entra?

(Merche) Me dan ganas de empujarla por la ventana.
(Chá) Y eso, ¿cómo se llama?

¡¡¡Deseos fehacientes de matar!!!

(Chá) En fin, pequeñas miserias diarias. Luego, claro, estás tú con la movida del siglo y te la tienes que callar, porque “tía, eres una rallada”

(Merche) “me cortas la noche”

(Chá) “Siempre estás igual”- dice la victimista.
Y tú defiendes que es normal que te entren…

Deseos fehacientes de matar.


(Merche) La sinceridad maléfica. Odio eso. La gente presume de ser sincera, de decirlo a la cara todo; joder, ¿yo te he preguntado? ¿pa qué me dices lo que piensas? Dímelo a la espalda que ahí no me afecta.

(Chá) ¡a ver, un llamamiento a que la gente sea falsa, joder! ¡No se puede ir diciendo verdades por la vida!

(Merche) Yo valoro la sinceridad y la honestidad, pero decir la verdad porque te da la gana para joder…jódete tú y te guardas tu puta opinión.

(Chá) Si te pregunto que si me queda bien, ¡dime que sí! No me digas que voy hecha una hortera, que eso ya lo sé yo. ¡dime que soy la más moderna de mi barrio!

…etcetc, gracias Merche, gracias por hacer que se me quiten los (es la última vez que lo pongo) deseos fehacientes de matar…

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Sin pena ni gloria

Claro que te escucho, claro que intento entenderte, claro que está bien, claro que te lo cuento, claro que todo esto acabará algún día en alguna gran conversación, pero primero tendremos que darle una forma a las palabras, más o menos geométrica, antes de que nos ciegue tanto silencio o se nos apague la sintaxis, claro que está vivo, claro que está muerto, claro que todo se acelera de vez en cuando, claro que escribo lo que pienso, claro que me acuerdo, claro que me acuerdo.

No sé si estoy tocada y quiero hablar contigo frases sin sentido, o el hecho de decir frases sin sentido me hace estar tocada. No sé si es un quiero y no puedo o nos equivocamos cuando enterramos la primera piedra, no sé dónde está el tiempo, pero quiero verlo de lejos siempre, no sé si es lo correcto, no sé si caigo y me levanto o nunca estuve aquí, como un encefalograma plano o traumatismo cráneo-encefálico.

No sé dónde están las conversaciones cuando quieres decirle algo a alguien, o gritar al viento, dónde están las palabras cuando necesitas escucharlas, no sé si alguien lo entiende, si alguien me entiende o si, sencillamente, me miran y siguen su camino.

Sin pena ni gloria, palabras se retuercen entre frases oxidadas. Tal vez se haya gastado todo lo que al mundo le puedo decir.

A veces, la compañía me hace entender que, en el fondo, no hay nadie que entienda mi idioma.

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13 octubre 2006

Dark-mystic



Supongo que la paz era esto...
Genial vivir contigo y hacer que sueñes con la dichosa vasija que te persigue allá donde vas.


(hoy está en el frigo)

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12 octubre 2006

Puntear.


****TItolina****

Se levantaba todos los días a la misma hora. Nunca entendió muy bien por qué, ya que no tenía ningún deber que cumplir a las ocho y cuarto, sólo escribir. Escribía una frase, y negociaba con las palabras que quedaban sueltas un acuerdo: serían parte de una novela.

Así fue cubriendo su cuaderno de palabras sueltas, esas que en la frase de las ocho y cuarto no encontraban su lugar.

Palabras que vagan sin rumbo por el aire, en mi mente, palabras que no dejan nada claro, y que, según la cadencia con la que se dicen, pueden hacerte llorar.

Pero ese día era distinto. Se había pasado toda la noche sin dormir, y, a las ocho y cuarto, no había ninguna frase que escribir. Lo único que se repetía en la cabeza era una sola palabra: puntear.

No sabía por qué esa palabra. No era una gran palabra, ni siquiera le había hecho emocionarse, ni transmitirle ningún tipo de sentimiento…Sólo era puntear.

Aún así, la escribió en su libreta. Y, en la otra libreta, la de las frases, dejó un espacio en blanco, y a pesar del sueño, decidió dar una vuelta, para poner remedio al pesado dolor de cabeza.

Como no podía dejar de pensar en aquella palabra, se la escribió en la palma de la mano, para ver si le encontraba algún sentido por el camino.

Pero nada.

Al cabo de unas horas, decidió que lo mejor que podía hacer era ir a recoger a Miriam al colegio e invitarla a un batido. No tenía por qué recogerla, ya era bastante mayor como para regresar sola, y su madre se enfadaría si se enteraba que su comida ese día había sido un batido, pero a ninguna de las dos le importaba.

Miriam salió de clase la última, como siempre, y, arrastrando la cartera y el estuche, bajó las escaleras a todo correr hacia aquella persona que tenía en su palma la palabra puntear, ya emborronada.

- ¡gané el primer premio!¡gané el primer premio de literatura!- dijo Miriam

-Yo también gané el primer premio, y tu madre, y tu abuela, no te hagas la interesante.

-Sí, pero me van a dar un estuche genial.

-¿un estuche?¿un estuche genial? Nos has ganado a todas, a mí me dieron una muñeca de trapo.

-Sí. Un estuche genial que tiene hasta esa regla para dibujar iglús.

-Sublime.

-Me he ganado un batido, ¿no?

-No. No me has enseñado tu historia. Nadie se merece un batido sin enseñar la historia que ha provocado que ganes un estuche genial.

Le enseñó la historia mientras le hablaba del estuche, de sus dos pisos de lápices y rotuladores.

Y allí estaba, entre esos dos párrafos:

“En el colegio casi todos sus compañeros la miraban muy extrañados por la manera que tenía de quedarse fijamente mirando al infinito. Porque Lucía miraba al infinito-comentaba siempre su compañera de pupitre-. No parpadeaba. Era asombrosa la capacidad que tenía para estar pendiente de las divisiones con decimales sin perderse ni un momento de ese infinito.

A veces la señorita llamaba su atención elevando un poco el tono de las explicaciones, o probaba a PUNTEAR con la tiza en la pizarra con más intensidad de lo normal. Pero lo único que conseguía era que los ojos de Lucía se clavaran por unos instantes en la pizarra para ver el infinito en ella”

-Me inspiré en ti. Lucía eres tú.

-¿cómo…cómo se te ocurrió esa palabra…puntear?

- Al principio no sabía qué poner, hasta que me acordé de que una vez me contaste que, de pequeña, en el colegio, no te dejaban nunca usar las tijeras, porque eras un año más pequeña que el resto de la clase, y, aunque tu sabías usar las tijeras muy bien, te tuviste que pasar todo el año haciendo puntos muy fuertes con el lápiz para luego, presionando un poco el papel, recortar lo que quisieras. Me pareció muy ingenioso, así que, ese mismo día, punteé el dibujo que me hiciste y lo colgué en mi habitación. Puntear es divertido cuando no te obligan a hacerlo.

La vida esta llena de grandes historias…Cervantes, Virginia…pero, antes de eso, están las pequeñas , las que te hacen estar de acuerdo con que vivir es tan genial como el estuche.

Casualidad o no, en mi libreta de palabras sueltas (esas que en la frase de las ocho y cuarto no encuentran su lugar), no hay palabra más llena de contenido que puntear.

Las palabras se llenan con lo que somos.

Puntear es rabiosamente genial.

Yo la miro a veces, orgullosa.

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donde no estás... (Merche&Chatun.DIÁLOGOS I)

****Titolina & Merche... no estábamos muertas, estábamos de parranda, repelente!****


c-para qué para qué para qué para qué para qué

m-para perder el tiempo otra vez, pensando que tal vez no soy tan distinta a los demás

c-¿qué me quieres decir con eso?¿ qué es lo que callas cuando sonríes sin dientes?

m-porque nunca dices nada, solo finges soltando palabras, creyéndote importante.

c-la importancia del que sabe que lo único que tiene son vacíos.

m-y yo te creo, sin que me lo pidas, porque necesitaba creer, y yo me caigo, sin que me empujes, porque siempre tiendo a tocar el suelo

c-desde el suelo despliego mi armamentística: un secreto hecho de palabras y una foto que nunca debí hacer

m-un secreto demasiado grande que pocos saben y me llena de miedo, haciendome sentir la persona más cobarde e inútil que jamás existió, una foto de mi no-yo

c-nunca llegaré a medir con exactitud el grado de ilusiones que llegué a gastar en esa foto

m-y no saber si mereció la pena es casi peor que seguir perdiendo horas muertas contigo en mi cabeza

c-tu cabeza está llena de idioteces que no se saben remover bien entre el fango.

m-y a veces creo que el fango soy yo

c-hasta que despierto, ahí está la diferencia

m-entonces me veo, estoy aquí, de pie, para mí.....soy la foto, el fotógrafo y la cámara, ahora estoy entera

c-ahora soy yo, y tú, ¿dónde estás?

m-tal vez la pregunta sea ¿dónde no estás?... no estás en mí, acabo de borrarte

c-ahora ya no sé para qué sigo hablando, cuando tengo demasiados saltos que dar

m-a pesar de no entender por qué sigo saltando cuando quedan tantas cosas por hablar

c-queda tanto por hacer, queda tanto por tirar por la escalera, un adiós llega...

m-¿dónde estás? ¿dónde no estas? ... no estás en mí, acabo de borrarte

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GRAVEDAD (EPÍLOGO)

Tuve fiebre cuando grité tu nombre y tuve fiebre cuando canté a un verso inmóvil las verdades de mis sueños, algunas veces me rompo en trozos muy pequeños y otras, qué quieres que diga, me subo a pintar.

Las cosas pasan por aquí porque no tienen remedio y, si ahora resulta que me cuentas como cuadran tus cuentas, es gracioso lo inútil del despiste, sabor idiotizado de personas no menos endebles.

Menudo desparpajo gritar más alto, subir un peldaño y tirarse de los pelos boca abajo en un rincón de tu memoria que, quién sabe si estás dispuesta a borrar, aún descanso en una hamaca sin tu idea de las palabras que se duermen por las tardes al sol.

No se puede ser más fuerte, cada comprimido contiene mesalazina y excipientes, casi inapreciables.

No se puede apreciar bien la luz si es artificial. Caigo en redondo hacia la gravedad del cuadrado, hacia la cuadratura del círculo del Palacio de Carlos V. Algún día venceré a la gravedad como he vencido al tiempo y a los sueños imposibles.

“Nunca seré del tiempo aunque en el tiempo viva” ¿recuerdas? Es la gravedad que me une a ti, la misma que me separa.

El silencio hizo que mi único objetivo fuera llegar abajo.






Más abajo, más adentro, más pesado…


GRAVEDAD.

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GRAVEDAD (III)

****Titolina****

Quedamos a las ocho y cuarto en un final entre comillas. Pasmado, se ríe haciendo un plié empastado, el gato volador de la canción.

-No te encuentro- me dice un charco.

-Como me vas a encontrar, si me he disuelto en tu agua y te has secado.

Borrón y cuenta nueva. Salgo de este mundo octogenario, y , en la puerta, una máquina me pide:

- Respire, por favor.

- Respire usted, o aprenda primero, maquinón.

Me caigo de las tinieblas al charco. Siete kilómetros y medio de suspensión máxima. Gravedad grave. Grave de graves. Aún hay más. La tortura de tus rodillas: llevar pantalones cortos y rasparte con las huellas que dejé, cono hizo ese chico antesdeayer.

Si le encuentras el sentido, que lo tiene, eres yo.

Manda una postal metacrilada.

Búscame gugueleando en tus mejillas un poquito más de información sobre lo bello de este mundo, después de haber mostrado, sin remedio, lo peor de mí.

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GRAVEDAD (II)

****Titolina****

La última vez que bajé de temperatura está aún por llegar. Creo que, de madrugada, el caos sabe mejor que las torrijas que preparas con esmero como cada Semana Santa.

Pero hoy no es Semana Santa.

Me pregunto qué pretendes y una cucaracha americana me responde en el ascensor:

- Pretender es pedir poco- dijo.

Es verdad. Explotamos la tertulia en nuestras caras antes de decidir a piedra, papel o tijera quién mataba a quién.

Las dos elegimos tijera. Así empezó la primera peli porno. Yo empotrando en la pared a una cucaracha americana.

-¿a dónde quieres llegar con esto?- me dijiste enseñándome un panal de rica miel.

- Pretender es corromper.

Saco conclusiones en diez puertos diferentes. Alguien me pidió una vez que no lo hiciera y le escupí lo peor de mí, pero ella no estaba para verlo. Demasiado ocupada. Ahora yace enmarañada una araña entre las patas de una cucaracha americana.

- Me bajo en el bajo- dice.

- Te van a matar.

- No sería justo, pues quedamos a empate acerca de quién mataba a quién. Aún así, no pretendo resistirme, me lo merezco de algún modo. Pretender es abstraer lo que no ves. Nunca dejes de mirar en modo-d, ahora que ella te ha enseñado.

Una pata pisa a la pesada cucaracha americana. Rumba me la ofrece de pijama, antes de quedarse muy sentada como un gato de porcelana.

- ¿qué pretendes?

-Miau.

Es curioso como siempre guarda la mejor palabra para un final entre comillas.

Miau.

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Volver.

*Titolina*

No volveré a volver.

No volveré a volver.

No volveré a volver.

No volveré a volver.

No volveré a volver.

No volveré a volver.

No volveré a volver.

No volveré a volver.

No volveré a volver.

Novolveréavolvernovolveré...

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GRAVEDAD (I)


****Titolina****

He apuntalado bien mis pies al suelo y, aún así, quieres que te enseñe a saltar entre dos paracaídas sin anillas de seguridad. Para tocar el techo con las manos no hacen falta excusas de gravedad cero, basta con subirse a la tortura de tus rodillas o hacer un agujero en el suelo y saludar al vecino.

Vives en una cámara oscura, recibiendo sombras que mis reducciones al absurdo te proyectan. Rasgas la imagen, confías en el negro como único color válido y te tomas un café, corto de café, largo de respiro. Mínimo absoluto. Común. Múltiplo.

Está bien, te contaré qué hice ayer, cuando aún no andaba apuntalada… resulta que encontré una pestaña en el gallinero del autobús. Resulta que, de repente, me di cuenta de dónde estaba, hacia dónde iban mis labios cuando me gritabas. Entonces salté por la ventana, y llegué a la conclusión de que, si dejaba de correr, caería al suelo por inercia y moriría.

Así que corrí, corrí hasta que el chico que siempre lleva pantalones cortos se raspó una rodilla con las huellas que dejé tras mi carrera. Llegué al mar, primero a la arena, sin dejar de correr, clavándome los guijarros y las palabras que soltaste sin previo aviso. Con la sangre escocida por la sal de tus mareas me reconfortaba.

Corrí y corrí, me adentré en el agua con “Smells Like Teen Spirit” retumbando en mi cabeza, hasta que, de golpe, sentí el agua helada quebrando mis oídos, el silencio entre el agua hizo que mi único objetivo fuera llegar al fondo…

…más abajo, más abajo.








Más abajo.

Al fondo llegué, con todos mis eneatipos destrozados, del primero al último, destrozados.

Me agarré a una piedra clavada en la zona abisal. La abracé, y me quedé allí un rato, respirando mi verdad, con los pies colgando del agua y flotando la calma en la rabia.

Abro los ojos, los cierro, aún me dan escalofríos serenos al recordarlo.
Pero ahora estoy volando, en mi nube, con los pies apuntalados…
…y, aún así, quieres que te enseñe a saltar.

Ya soy yo. Para tocar el suelo con las manos, no hacen falta excusas…

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negrura...

****“Titolina says Vuelta a casa por unos días, con lo cual, vuelvo al olvidado blog…” ****


Todo está oscuro. Apenas puedo guiarme torpemente por el tacto para distinguir levemente lo que me rodea. Palpo un papel. Intento darle forma. Lo coloco delante de mí, centrado. Hay ocho puntos rojos, pero están algo lejos. Mis ojos se empiezan a acostumbrar a la falta de luz, así que ya me defiendo mejor dentro de esta extraña habitación.

Hay doce segundos de diminuta luz (lo contrario a los doce segundos de oscuridad de Drexler). Lo suficiente para cegarme y para transmitir un mensaje a mi papel. Un mensaje oculto, latente, que nadie puede leer y yo puedo imaginar.

Cojo el papel. Me tropiezo con algo, no sabría decir qué. Me dirijo a los puntos rojos, donde están lo que parecen ser cuatro cubetas con líquidos, dos son de agua.

Agua, como no…

Meto mi papel en el primer líquido. Huele muy fuerte. Ahora hay más luz, pero sigue sin ser suficiente. A continuación, meto las manos. Sé que no se debe pero, ¿quién puede resistirse? Quema, y pica en las heridas. Da igual. Mis manos nadan en el líquido, junto con mi papel. De repente, ahí están: mi playmobil, los caramelos, la sal, el azúcar, la bola, los trozos de papel… y esa frase: “tu esencia, caramelo del árbol de las sonrisas”. Todo está ahora en el papel. Ya está. Ya he revelado mi primera foto.

Sólo me queda una pregunta. Después de todo lo que he experimentado, ¿por qué no hice esto antes?



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09 octubre 2006

Espumita

Titolino a.k.a Sonrisa de camarero


Espumita de café con leche.

Los atardeceres del seductor y las noches de los esposos
se unen como dos sábanas sepultándome.

P. Neruda

“Espumita de café con leche,
los pensamientos se disuelven
entre los vapores de la máquina.
Sábado por la tarde
con luz de Dennis Hopper,
olor a salón, película de La Primera.
Recuerdos de las sobremesas
donde estaba al otro lado;
con leche y dos azucarillos
en un jazz café.
Las señoras toman manchadas,
los señores whisky y pacharán;
me sigue dando el mismo asco
cuando veo a los borrachos en las barras
hablando mal de sus mujeres
con esa mirada de melancolía,
después de cuatro copas
sus miradas se deshacen.
Sonrisa de camarero,
el bote suena,
sueña con ser rico.
Si la tarde decide darse una paseo,
los neones de los Night club se encienden,
sexo a escondidas a las ocho
cuando cierran algunas oficinas.
Los niños juegan con las servilletas,
lo ponen todo perdido;
un paraíso entre gritos,
no les regaño.
Caballero Solo de Pablo Neruda
recitan algunos rincones de este barrio
de sinsabores ahogados
entre monedas de Euro;
solitarios de corazón apagado,
lo que esconden las cortinas
de los estudios, los primeros fríos
en las macetas del primero.
A solas con todo el mundo,
se bajan las persianas,
se vuelca la caja,
la ciudad aúlla miedo;
vaso ancho, ron con hielo
para el dolor de pies.
El ruido del último cierre
quiebra la noche en mil pedazos
y todo sigue igual,
el juez y su mazo,
final del día,
a solas con todo el mundo.”

04 octubre 2006

Monos ( con todos los respetos a los monos).

Titolino a.k.a Uu a uu aaaA.


"¡Neptuno mátanos!,
por pensar menos que los monos;
pero a los monos sálvalos. "

Elphomega.


Mono tú y mono yo, malditos monos.
Monos de feria quitándose las pulgas,
peleando por un plátano.
No somos tan racionales
si follamos como monos;
esa estupidez del humano
que quiere vivir en manada,
sentirse protegido, desempeñar su función.
De rama en rama
sin importar si estas se rompen
por el peso o a posta.
¡Qué tristes nuestras conversaciones
monos!, si con la cola
tejemos por la espalda una red.
Unos gritan como si no tuviesen alma,
otros se hacen los interesantes.
El mono dominante,
el jefe de la manada,
¡Ay de aquel que lo sea en un vida!,
quedará solo por déspota.
Da igual si el mono lee a Descartes,
es el más liberal del momento
o desayuna café y media de aceite,
mono es y como animalito caprichoso
que no sabe utilizar sus instintos
se comporta.
Mono tú y mono yo, falsos monos.
Entre junglas y dormitorios,
parques y cafeterías,
litros de cerveza a medias,
la vida y sus filosofías,
enajenaciones y recuerdos
que nos convierten en simios
perdidos en un garaje
sin electrodos que nos calmen.
Monos que aman,
otros que odian.

01 octubre 2006

No digo nada en especial...

****Titolina divagando****

Bueno, ya estoy otra vez aquí, en el Seven de debajo de mi casa, escribiendo medio dormida mientras imprimo mi currículum.

Los días vienen siendo bastante agotadores y con bastantes cambios en todos los sentidos…básicamente llevo otra vida dentro de mi vida, y hay una “renovación de plantilla” interesante. Soy optimista y de algunos, ni hablemos.

Con quien menos te lo esperas acabas tirada en una tetería preguntándote si te salpicarás la ropa con el fijador o será con el revelador esta vez…

Y la cámara estenopeica, el porculito que está dando…

En mi casa hay tantos cepillos de dientes ahora mismo que, la verdad, no sé muy bien a quiénes corresponden la mitad.

El nórdico está hecho un ovillo al lado del carboncillo y una espátula (¿?¿?¿?), las fotos están todas en el suelo entre calcetines y un botón.

Supongo que es lo justo, un poco de caos para llegar al orden, no sé qué le pasa a todo el mundo que está meláncolico-bajonazo-inerte… No puedo luchar por levantar a todos.

Vamos, vida nueva, vida nueva… Unos siguen copiando los estilos de los otros (será porque hay algunos buenos y muchos caraduras), el amor está en cada esquina y Rumba no da abasto para acabar con los últimos bichos veraniegos.

Toma, te regalo mi máscara. Muérdela, total, ya no te voy a ver más, no la necesito…

María, ¿cómo decirle a alguien que no conoces de nada que no se vaya?
¿te lo digo a bocajarro en un pasillo para dejarte sobrecogida?
¿te hago un número musical con el novio de Rumba?

Dieguito se fue…
Virgi se fue…
Eme se fue...
Etc…


Brindemos por los nuevos tiempos, por los resultados del análisis, por lo bien que estamos sin ti, por lo mal de no verte.

Dime hacia dónde vas para ir detrás.
Tú, dime hacia dónde vas para acompañarte.

Qué genial los que se quedan, los que no están pero están.
Qué genial algunas personas…

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Aquel Summer Time

Titolino a.k.a Otoño movidito.

"Las canciones nos toman el pelo"
Diego Melusso.


A la sensación.

“Sentado sobre lo sentido,
tiovivo que a los niños
voltea sus sonrisas,
huracán de lucecitas perdidas,
salen rayitos de colores por la ventana.
El vivir así, de la tranquilidad a lo esquivo;
¿Dónde está aquello que se demuestra?,
algo que toma vida un día emprenderá su camino.
Summer Time de Mile Davis,
y este porro de hachís que no se consume,
el recuerdo con olor a cosecha a Agosto,
ver crecer las plantas sin ese aire melancólico
que todo acaba por quemar de tanto calentarlo.
Vivo sin tele, ni libros,
los periódicos están mojados
y solo tengo este cuerpo
que se alimenta de emociones;
la luz de otoño desnudándose
en mis párpados cerrados
emprendo un viaje a ninguna parte
sabiendo que allí habrá alguien
susurrando flores frescas,
que si las tocas, estallan.
La canción acabó hace ocho minutos,
Summer Time sigue sonando,
otra vuelta en los caballitos,
un mal poeta y sus tonterias,
convirtiendo el agua en vino,
hablando de los mismo
en todos sus versos
intentando que no se note.”