1ª de cuá

Dos personas escriben en este blog (queda indicado quién escribe qué al inicio de cada entrada): Titolino y Titolina, pretendemos contar estados de ánimo, recuerdos, pequeños momentos, fantasías y deseos. Bienvenidos los que sienten de verdad o los que guardan un pequeño espacio dentro para hacerlo algún día... ***Textos e imágenes registrados en la Propiedad Intelectual. Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso expreso de los autores***

14 octubre 2006

Deseos fehacientes de matar (el mundo de la psicología de andar por casa)






(Vida nocturna de Merche&Chatun, arreglando el mundo)

****Titolina says, no pretendo que os riaís, es tan sólo mi sincero homenaje a un gran momento… algunos me odiaréis más a partir de hoy****

Cuando empiezo a hablar, no paro…

Me sorprendió ver qué baratas eran estas pastillas, era como “qué barata es la felicidad”. Lo mejor es cuando te pregunta que si oyes voces que te dicen que mates a alguien, y tú le explicas, lo más educadamente posible, “mire usted, señor, por los cien euros que me ha cobrado por decirme esto, ¿cómo no quiere que me entren ganas de matarlo a usted?”

Un caso claro de deseos fehacientes de matar.

Siempre está el clásico que te dice, “tía, estoy con la depre, no sé qué ponerme el sábado”
Bien, aquí la gente coge y suelta las “depres” como se cambia de bragas. ¿a qué llegamos con ello?

A los deseos fehacientes de matar.

Pasión de Gavilanes ha hecho mucho daño a esta sociedad. (el ejemplo puesto para este caso me lo ahorro…)

Deseos fehacientes de matar.

No se puede ir por la vida derrochando cierto tipo de comentarios. Por ejemplo, a mí cuando me vienen “ea, que estamos todos igual, con el estómago rarillo, será el agua, que ahora tiene más cal. Tú me entiendes, ¿no?”

Vamos a ver, señora, que se ha metido usted entre pecho y espalda un café Cumbal recién levantada, acompañado por un Winston; no me compare, señora no me compare y no me diga que el agua tiene más cal, que me lanzo a su yugular con todos mis respetos…

Deseos fehacientes de matar.

(Merche) (refiriéndose a un dato aquí censurado)La frase “pareces una vieja” la enmarcaría. Se la metería por el culo a alguno.

(Chá)Luego están los victimistas, que son geniales.
Esa victimista en su casa un domingo por la tarde, que se ha acabado de leer el Semanal y no echan nada bueno en la tele.
“¿qué hago? Voy a probarme la ropa que tengo en el trastero.”
Ese pantalón que no entra. (normal, era de cuando tenías catorce años, mona)

(Merche) “todo lo malo me pasa a mí”

(Chá)Ya la tienes, explosión, ya está aquí la artista victimista, haciendo perdidas a diestro y siniestro a toda su agenda como una loca descosida para que alguien la llame.
¿quién es la tonta a la que le entra la vena de la compasión?
Tú, por supuesto.

Y, ¿qué ganas? “Buahhh, tía, hoy estoy con la depre, ven ahora mismo a mi casa que si no me tiro por la ventana.”
Cuando llegas está ordenando los cds.
Y a ti, ¿qué te entra?

(Merche) Me dan ganas de empujarla por la ventana.
(Chá) Y eso, ¿cómo se llama?

¡¡¡Deseos fehacientes de matar!!!

(Chá) En fin, pequeñas miserias diarias. Luego, claro, estás tú con la movida del siglo y te la tienes que callar, porque “tía, eres una rallada”

(Merche) “me cortas la noche”

(Chá) “Siempre estás igual”- dice la victimista.
Y tú defiendes que es normal que te entren…

Deseos fehacientes de matar.


(Merche) La sinceridad maléfica. Odio eso. La gente presume de ser sincera, de decirlo a la cara todo; joder, ¿yo te he preguntado? ¿pa qué me dices lo que piensas? Dímelo a la espalda que ahí no me afecta.

(Chá) ¡a ver, un llamamiento a que la gente sea falsa, joder! ¡No se puede ir diciendo verdades por la vida!

(Merche) Yo valoro la sinceridad y la honestidad, pero decir la verdad porque te da la gana para joder…jódete tú y te guardas tu puta opinión.

(Chá) Si te pregunto que si me queda bien, ¡dime que sí! No me digas que voy hecha una hortera, que eso ya lo sé yo. ¡dime que soy la más moderna de mi barrio!

…etcetc, gracias Merche, gracias por hacer que se me quiten los (es la última vez que lo pongo) deseos fehacientes de matar…

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2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Deseos de matar......porque sin darnos cuenta ya nos mataron una vez. Eso se ve en los ojos ¿no te has dado cuenta? cuando alguien cae del todo, a ese sitio que solo conocemos los que hemos caido, aunque se ponga en pie de nuevo, para siempre, su mirada es diferente, hay algo distinto, y eso nunca podrá cambiarse. Nunca.
Tenemos esa mirada porque conocemos el lado oscuro, porque nos horroriza ese lado, porque sabemos que el infierno debe ser lo más parecido a eso. Deseos de matar a quienes han contribuido a esa muerte, a quienes intentan matar nuestros sueños, a quienes nos dicen cómo debemos vivir, qué debemos sentir, qué está bien, cuál es el protocolo. Me cago en el puto protocolo. Sigamos, no nos rindamos, tenemos que seguir, aunque nadie venga detrás.
Sé tú. Qué importa lo que piensen.

Niña, eres genial.

5:50 p. m.  
Blogger chá said...

Muá!

Titolina

6:02 p. m.  

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