Oda a deshoras.

****Titolina a.k.a. oh captain, my captain****

Retomo osada el pacto pagano
De mirarte indefensa la desidia
Que abulta demasiado en un cumplido
Que lo dices por fingir
Y que me rompe media entraña.

Herida estoy de ira en la cúspide de un etcétera.
Culpable voy con mi chatarra;
Lo que has dejado del indicio
Que aprovechaste para matar
Cuando la esperanza echaba una cabezada.
Qué bromista.

Ahora te despides sin haber sido
Invitada ni siquiera a llegar.
Y yo, permanezco consternada y cabizbaja,
Porque, aún no entiendo nada
De este amor tan de leyenda
Que, por eterno y puro,
Preferiste no tocar.
Virginal querrás llamarlo
Y, a otra cosa, mariposa
Que entre el olvido y la indiferencia
No se cuela ya mi nombre.

Me deseas impoluta.
Pues vete a cagar.
Yo soy la de la zapatilla de cada color.
La que te cambia el ritmo y el estilo de un poema
Porque se mea en las normas que me imponen
Yo soy la que de buena es buena
Nunca entenderé qué coño dices
con tu cara hasta los pies
que me piso los talones por inercia
como pájara de cuentas
hasta entre los baldosas rotas
encuentro migas de pan.

Yo soy la que no ves porque estás ocupada cortando tu deseo en trocitos y alineándolo muy cuidadosamente en un recuadro bastardo de tu mente, archivando cada gesto desproporcionado en un pedazo de “será mejor así”

Que me canso
De
Tu
Cara
Emparedada
A
Una
C
A
Í
D
A

Continuacontinuacontinuacontinuacontinuaysinfinalclaroañadido.

Esto rimará mañana.
Y será genial, en tu cabeza, por un instante
Maldecirás mi verborrea.