Carta a la señorita P.

Titolino a.k.a Un ruso que vive en otra dimensión.

Querida P:

Escribo esto solo para decirte que la soledad y la tristeza no buscadas y encontradas son hijas también del tiempo. No son tan gratuitos sus momentos por amargos y rocambolescos, en ellos se sacan muchas reflexiones, y lo mejor de todo es que a veces pasados dichos momentos nos damos cuenta que lo vivido y sentido durante estos periodos puede llegar a ser erróneo; y vuelta a empezar en el camino de las sensaciones por absurdas y disparatadas que sean.
Desde esta dimensión entiendo tu postura, localizo tu lugar en el plano, pero hace falta algo más que todo eso cuando la vida, y me refiero a la tuya y a la mía, sigue con su ir y venir de situaciones relativas, sin poder ni tan siquiera juzgarlas por la imposibilidad de estar presentes en ellas.
Si algo he aprendido es que la tristeza es hija del miedo, nieta de la soledad; toda esta familia no merece la pena para todos aquellos que tocan algo y le dan vida, y eso tú sabes hacerlo como nadie en este mundo. Creo que tus naturalezas no saben de oscuridad y cadenas, o al menos no tendrían que hacerlo.
Dejemos el tema de la distancia y el espacio a un lado, pero te aseguro que sería más sencillo sin tantos factores que impidan que nuestros ojos hablen.
Haz lo que quieras, eres libre de encerrarte en tu habitación propia y sembrar lo que quieras o lo que el tiempo te obligue a cosechar sin que nada puedas hacer por ello, esto puede parecer un contradicción pero es así.
No son los mejores momentos, es difícil para todos te lo aseguro, aunque no vivamos los mordiscos de esas fieras que te quieren devorar.
Decirte también que todo es tan simple cuando toma forma real como el principio de acción y reacción, se pueden empujar la una a la otra o verlas dando un paseo en una tarde que no tiene que ser bonita para magnificar las cosas.
En la medida de lo posible me gustaría recibir una breve respuesta a esta carta, la falta de comunicación puede llegar a ser una espina demasiado sucia para los humanos como usted y como yo con la piel demasiado fina.
Le deseo buen viento y barca nueva, lo mejor para una marinera como usted.

Atentamente.
Un extraño que quizás lo sea porque te extraña entre otras muchas cosas más que no sabes.

P.D: si escuchas un toc, toc en tu puerta, abre y luego si quieres cierras si la aspiradora que te venden no te interesa.