1ª de cuá

Dos personas escriben en este blog (queda indicado quién escribe qué al inicio de cada entrada): Titolino y Titolina, pretendemos contar estados de ánimo, recuerdos, pequeños momentos, fantasías y deseos. Bienvenidos los que sienten de verdad o los que guardan un pequeño espacio dentro para hacerlo algún día... ***Textos e imágenes registrados en la Propiedad Intelectual. Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso expreso de los autores***

07 enero 2007

Malos tiempos para el amor...

*Pauline*

Tengo mucho sueño. Es lo único que puedo dilucidar, que tengo mucho sueño y pocas ganas de dormir. Así que aquí estoy.

-Me llaman Saddai.

Bien. A mí no se me puede acercar nadie lo suficientemente equilibrado como para mandarlo a la mierda tal día como hoy. Podría haber dicho “¡hola! ¡me llamo Paco! ¿qué hace una chica como tú en un lugar como este? jajaja”, y yo le diría "¡adiós!" y todos tan contentos.

Pero no. No era el caso.

- Nadie hasta ahora ha sabido qué significa Saddai.
- Dios, en arameo. Kirios en griego. God en inglés. Alá, Buda, Siddharta, Diego Armando Maradona…
- ¡Qué fuerte! ¿cómo lo sabes?
- Una, que peca de ser lista.

Observa lo que llevo escrito en la mano...
- Uyyy...Malos tiempos para el amor ¿eh? ¿cómo era? …espera que lo canto (cumple sus amenazas y canta, a viva voz) malos tiempos paaara el amoooor…
- Para la lírica, era para la lírica.
- No, era para el amor. Malos tiempos paaara el amor. (se pone un poco violento)
- bueno, pues para el amor (hay que saber cuando callarse, o qué decir y qué callar sin más, o qué cargarle a los demás, como diría Iván)
- No te veo muy convencida, pero yo te aseguro que era para el amor.
(por Dios, por Saddai, por el Pelusa…cállate)
Espera, vamos a preguntarle a esa.

Me coge de la mano y “vamos a preguntarle a esa”

Esa en cuestión no estaba muy por la labor de averiguar por qué se llamaba Saddai, así que directamente se limitó a decir.

- Para la lírica. Os he estado oyendo y era para la lírica.
(plas plas plas)
¿amigo tuyo?

- Tanto como tuyo.

Nuestro aclamado Saddai se soltó una disertación acerca de nuestras facciones, arabesco-judío-conversas. No acabó de tener claro si la chica en cuestión era judía conversa o no, así que, para salir de dudas, le leyó la mano y llegó a la conclusión de que yo temblaba mucho. Leyéndole la mano a ella, ojo.

- ¿por qué tiemblas tanto?
- No lo sé, desde hace unos días no paro de temblar.
- Te faltarán vitaminas o algo. Aunque yo no veo que te falten vitaminas.
- Es un mix, me falta un poco de todo y me sobra otro poco de otras cosas (como de cordura, debería haber salido corriendo hace tiempo)
- Es que fumas un montón (mi madre ha entrado en el cuerpo de ese pobre chico). Es este rato te has fumado siete cigarros, lo he observado.

Saddai está en todo, es que él está dejando el tabaco y los porros. Lleva menos de un día sin fumar nada, y eso desemboca en este tipo de cosas.

- Me voy
- ¿te sientes molesta?
- Me voy. Cuídate mucho, Saddai, y tú, te llames como te llames.
-¿Cuál es tu nombre?
- Los que me van dando.
- Nos volveremos a encontrar… – dice la chica con antepasados judeo-arabescos, convertidos o no.
- Dudo que en mucho tiempo me vuelva a encontrar a alguien. Pero seguro que algún día nos encontramos, en otro mundo tal vez, si las cosas fuesen de otra manera tal vez, si el cometa Halley pasa antes de la cuenta tal vez… es lo que me han enseñado, ya sabes, son malos tiempos para el amor.

Al cabo de tres horas, vagando contra el frío, caí en la cuenta de que esa chica no tenía culpa de nada, y yo había sido una borde integral, y ese no suele ser mi estilo. Así que corrí para ver si seguía en aquel lugar, para pedirle perdón de rodillas si hacía falta, para decirle de mil maneras que lo sentía y que yo no me había dado cuenta en ningún momento de que mi estado era lamentable y que ella sólo quería ayudar un poco. Pero ella no estaba allí cuando volví (debió salir corriendo antes de que Saddai empezase otra vez a tirarle los tojos, porque se los tiró pero bien), y la imaginé teniendo ardor de estómago o algo así en este momento porque una imbécil había sido tan imbécil, y me dieron ganas de hablar con ella ocho horas seguidas, pero no tenía su teléfono y ni tan siquiera me acordaba bien de su cara.

Y me encontré de cara al mundo llorando otra vez. Lloraba por todas las veces que hice daño a alguien sin quererlo, y por todas las veces que me hicieron daño. Lloraba por todo y por nada. Lloraba porque alguien me dijo que era un caos, y que si me acercaba a alguien, la vida de ese alguien se daría la vuelta por completo y acabaría siendo también un caos, porque yo era la bolita que se mete en el juego del Tetris y rompe todos los engranajes, porque yo no estaba diseñada para las vidas de Tetris, que debía haber nacido en otra época, en otro lugar, pero ahora no, porque nunca iba a encontrar aquí una bolita del Tetris para mí. Odié a esa persona que me dijo eso, odié ser la bolita del puto Tetris y odié el momento en el que me dijo que las bolitas del Tetris están destinadas a estar solas porque nadie aguanta demasiado el caos en su vida, y que se acaban olvidando hasta de que un día rompiste su sistema.

Sí, me pareció horrible que una bola del Tetris haga tanto daño y que no tenga derecho a encontrar lo que busca, o que lo encuentre y acto seguido lo pierda. Me pareció tan terriblemente triste que lo único que se me ocurrió fue no escribir nunca más.

Y mis palabras finales se me ahogan porque se saben tan llenas de sentido…

MALOS TIEMPOS PARA EL AMOR.

FIN (de todas las partes)

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2 Comments:

Blogger luca said...

si lo sabre yo

4:03 a. m.  
Blogger chá said...

qué te voy a contar...

8:25 p. m.  

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