Silencios y vacío: Palabras

“Palabras. Palabras. Palabras.”
(W.Shakespeare)
“Palabras que no dicen nada en estas cuatro paredes”
(Iván)

Y los demonios de la noche bajaron…

Y aquí estoy yo, escribiendo palabras desde lo más profundo otra vez, creo que no lo hacía desde que me volví piedra, una piedra que por dentro está rellena de algodón, pero eso me lo callo.

No quiero más.

Ella gasta palabras explicando cómo es, intentando hacer entender…y las pierde sin aprender a ponerse en la piel de los demás, y es tan injusta la vida a veces…y he dado tanto para tan poca palabra… Sería tan fácil que no existiese esta flaqueza, este vacío…mi vacío y yo, de médico en médico, y tiramos porque nos toca, ya lo dice Iván, que me toca tirar… me cuentan cosas nuevas, me hacen ver que me tomaba muy poco en serio todo esto, y que pagaré pagaré pagaré eternamente las consecuencias de mi desliz: haber mirado para otro lado en vez de mirarme a mí.

A veces da miedo, intento no pensarlo, lo que tengo, es tan lento el poder hacer algo, el aceptar que mi vida no será como era jamás…que nunca podré decidir, que mi EII (cambiamos de nombre) ya decide por mí, cuando comer, cuando no, cuando salir, cuando viajar, cuando escribir, sin dejarme ni un día de descanso…es muy duro aceptarlo.

Cabezota.

Y me llevan a Barcelona, “ya verás como te irá mejor allí” y no creo, les digo, no creo.

Y aquí estoy, escribiendo palabras desde lo más profundo otra vez, tan lejos, tan cerca, siempre pasa algo, pero hoy estoy sintiendo, quizá por un cúmulo de casualidades, quizá simplemente, por las palabras de ...

Estoy tan inflada que pronto flotaré, y veré el mundo cada vez más pequeño, “como en un cuento, separando la gravedad del centro”… ¿y aún te extraña que mi proyecto final se llame Inerte? Blanco es, la gallina lo pone.

Tantas dudas que se resumen en una sola pregunta:

¿xxx xxxxx?

Alejandra me habla de pilares, de la base de una estructura, de lo importantes que son…y mientras pienso, ¿y mis pilares? ¿dónde están mis pilares? Han caído uno a uno, todos de golpe… No, yo no tengo pilares que me sustenten, por eso me caigo tantas veces. Y la miro y pienso en las manzanas que come, en la gravedad de la gravedad engranada a granada…y no entiendo por qué tiene ese póster de Charlot.

Y me tropiezo como el pato de la canción que se tropezaba cuando bailaba bossa nova, esa canción que antes cantaba todos los días. Cuando yo era yo. Y busco, busco mi círculo polar, a ver si allí me encuentro o te encuentro o nos encuentro, como Otto. Y cuando digo “Te” aún no sé a quién quiero ubicar exactamente en esta palabra, conocida por estar vacía de contenido, llenándose de significado según el contexto… Me encantan las palabras que tienen esa facilidad.

Palabras, “porque quería o lo necesitaba, porque querías o lo necesitabas”… A veces, una palabra tuya bastaría para sanarme.

- ¿qué me pasa doctor?
- Tómate cuatro “relax”, dos “Últrasónica” y un “Sesiones Perdidas” todos los días a las “Siete y Media”, y, si te duele, leéte el “Manual para los Fieles”.

Vacío. “Sólo guardo aquel momento, aquella vez…Te vi pasar, no pude hablar, y no recuerdo qué ha pasado con la última vez que estuve susurrándote…”

“eres la reostia chica, básicamente porque eres tú”

“puede que no lo quieras oír, pero te quiero”

Palabras que son sólo palabras, algunas dicen algo en “estas cuatro paredes”, otras, sirven para tapar los silencios, esos silencios incómodos,¿no los odias? y otras…otras simplemente, se van por donde han venido.

Y me doy cuenta de que yo no escribo, simplemente, mando mensajes subliminales o pienso en voz alta.
Me pregunto cuándo volveré a la poesía…
Me pregunto cuando volverás.

Palabras, silencios, vacío. Tres estados que se suceden, a veces en este orden, a veces en orden contrario, a veces en desorden.

Me implementan, me complementan…como aquella vez lo hiciste tú.
“Sólo guardo aquel momento, aquella vez.”

*Feliz cumple, eme…gracias por nunca dudar que me querías a pesar de todo.