1ª de cuá

Dos personas escriben en este blog (queda indicado quién escribe qué al inicio de cada entrada): Titolino y Titolina, pretendemos contar estados de ánimo, recuerdos, pequeños momentos, fantasías y deseos. Bienvenidos los que sienten de verdad o los que guardan un pequeño espacio dentro para hacerlo algún día... ***Textos e imágenes registrados en la Propiedad Intelectual. Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso expreso de los autores***

05 febrero 2007

Estímulo vivo (invitación al vómito)


“ y separarme de este mundo, en un impulso...”


Pauline Kamikaze. "Estímulo vivo (invitación al vómito)"

“Sentí que algo conocido se había metido dentro de lo desconocido. Había llegado al final de algún sitio. Tuve un pálpito, fue el primero de muchos... estaba de nuevo sensibilizada a la casualidad”
Ana esperando a Otto en el círculo polar.
Pauline, tiempo atrás, cuando estaba sensibilizada a la casualidad...



“la casualidad nos va a alcanzar,
la casualidad nos va a matar...”

Iván, un día azul.
Pauline, antes de morir.



“Podría escribir mi vida a partir de casualidades” A Dios puse por testigo y así salió. Era mi última calada, mi último humo transeúnte on my veins. Expirar expirar expirar, y sacarlo, sacar toda la espera, con cada calada quedarme vacía para así, poder escribir de la nada y tragarme, escupir y sacarme de la pedrea.

El 7!!!
El 9!!!!
EL 19!!!
Nos ha tocado!! somos multi-histriónicos en síndrome de shock post-traumático y tenemos ganas de reventar!! Expira Extirpa, quédate sin aire y ahora con fuerza estrújate los pulmones, ingiere infiere intrusa insulsa asusta a guasa, ahógate quédate morada en mi morada pensada demasiado, y respira respira respira te pirras depierta por verte en los versos de Shakespeare. Inspira de nuevo lo último que fuiste, más rápido rapsoda, más rápido, rata. Puedes aun y aún más rápido, no te engañes en ser lenta en la textura y la testarudez de una tortuga...no soy lenta.

“Yo no conozco ningún caso de alguien que me haya ganado”...

Resuena, grita en negrita escupe esculpe salta salta salta salta ten un tren por baile sin pasos predefinidos, toca el piano como tocas un epíteto y aisla la melodía perfecta que sale ahora sin rumbo... es la que has dejado de lado en el lodo porque estás muerta, inerte onírica sedante pre-rafaelista no metafórica.

Inerte olerte on–earth impulsa e impulsa el impulso podrido que asusta. Impulsa y saca saca saca la sal y sal disléxica con forma rimbombante. No pares, no dejes de sacar todo el tedio en medio del combate, inercia a lo inherente in heroica herible horrible anti-morbo mórbido en la hipérbole ineludible maquiavélica de profundis o de Findus.

Inercia a lo inerte, y, necia, respiro tres pitos espeto esputo me subo respiro te miro... está sonando, estoy cogiendo el ritmo tititi y pulseo la vida y expulso todo lo que no es impulso

y estuve muerta...
y estuve muerta y estuve,
¡muerta!
y por estar donde estuve
(donde estuve muerta)
ahora estoy muerta..

Decadente. A mí me entra un resquemor por aquí y es la ventana, que está abierta. Falsa alarma, no lo he conseguido, pero siento estímulo alguno de fauno! Ya era hora, porque estuve muerta....
Cuanto tiempo no retórico erótico no lo sé. No es algo literario, es que estuve muerta en la muerte
eterna de la sensibilidad jodiéndose a cero.

Me da igual. Me importa una mierda,
pero este latido es ese sentir que me hace percatarme con cada poro que se eriza
de que estoy viva, jodidamente viva y ahora vuelve
vuelve vuelve
como esa canción de Volován que somos.

Y nos ha tocado, ya era hora hombre, ya era hora. Que estaba inerte, que no sentía, que ni un momento dejaba de estar muerta, que ya es hora de que me mire al espejo y sienta brillo y no esos versos de verbos vacíos de horror vacui,
porque casi
casi casi
y a lo mejor ya dentro de un rato vuelve a ser casi
pero casi me olvido de estar viva
por muy poco y hasta dentro de poco,
por un rato

por un rato estoy aquí de nuevo
de nuevo nueve de nueve
de nuevo...

Ex aequo

y que dure, que dure cien años puros no hay mal que por verme venga, como un portento que al noventa y nueve ya nos encargaremos de cargarlo a tu cuenta, porque no hay síndrome de abstinencia que cien años dure, pero sí noventa y nueve, porque mi vida ha sido un completo desdibujo ¿a que siempre deseaste decir eso y Lauren Postigo se te adelantó?

“Personal, mi fracaso”...

Mala sangre. Sangre en el ojo, sangre de espaldas, sangre caliente a mala sangre.
Chupasangre.

Que no me siento dentro de la nube en mi nube con los pies en el suelo suelo, como la heteropero, pero me toco poco.
Deseo firmemente esta tendencia al estímulo precoz en vano on my vains again, deseo sentir a grosso modo en modo-d, a impulsiva kamikaze y hacerlo pronto por cada poro porque esta hidráulica mental no la merezco y ésta, ésta que veis derruída marchitarse al borde de ser diluída en formol de San Juan de Aznalfarache, que no recuerda, que no habla, que no era capaz de escribir(te) ni una línea nona o tonta, ésta que se cae y no parece inmutarse ni con nada ni con grande, esta muerta que no era a la espera, que no podía ser capaz de romper el caparazón ni con un arpón de la cordura ni de coger un boli sin sentir miedo, sin recordar, seta idiota sin alma que veis,
ésta
no soy yo.

Yo soy esa.

No os acostumbréis a su falta de estímulo en lata de flor en flor que os llevaréis un disgusto, porque hoy a tontas y a locas, sin venir al caso casi sin urgencia, sin esperarla siquiera, sin guardar ya más la compostura

hoy ha venido el primer puto estímulo...

¿Me estoy quieta?
nooo,

me estoy quitando
me estoy quitandooooo
sólo me pongo
de vez en cuando.

A la puta mierda.
Me estoy quitando la esquirla y me estoy deshaciendo y desdiciendo en astillas que me maldicen al mismo tiempo y al unísono.
Los amantes del círculo polar quedaron lejos.
Perspectiva difusa.
Estuve callada sin apenas salir a la superficie.
Dormida.

Y esto es lo que por fin sale de mi boca, va a mis manos rápido ininteligible y me envuelve fuerte, porque ya era hora de notar un poco de cariño por eso me envuelven fuerte y porque estoy vapuleada, ahora segura, te lo aseguro, esto es lo primero que han conseguido escribir mis manos después de quedarse dormidas para siempre

esto es lo primero que han conseguido escribir mis manos despues de quedarse...
dormirás
para siempre
en mi regazo
tostada por mí
consumida por la casualidad de verte
reflejada en alguien
que si saltó en paracaídas en el círculo polar ártico
fue para descubrir que tú no saltarías hasta no tener riesgo cero creo
“venga, valiente, salta por la ventana”

riego el riesgo cero porque no quiero acabar diciendo “te saldrán escaaaamaaaas” cuando lleve esperando cuatro horas a que salga alguien del cuarto de baño porque esta inventándose una república independiente en MI casa.

Viva la tercera,

nada se ha escrito nunca de ningún cobarde, no sé por que me molesto

suavemente
para siempre
tostada de aceite
por valiente

por valiente,
tostada de aceite
y no tostada al sol
y no tostada con mermelada
Omeoprazol
nada de bebidas alcohólicas o gaseosas en masa
fiebre tifoidea si te cargas mi cara rara
“¿esnifas coca en polvo?”
mesalazina
excipentes y todo lo demás inperceptible...
por valiente
por valiente


un trofeo, me lo merezco por valiente
pero el riesgo me puede

hasta matar.



Compongo compendios tediosos descompuesta...

...finis terrae, hasta la médula, hasta el límite exhausta...
...allí...


“Pero no hables de los jardines, no hables de la luna, no hables de la rosa, no hables del mar. Habla de lo que sabes. Habla de lo que vibra en tu médula y hace luces y sombras en tu mirada, habla del dolor incesante de tus huesos, habla del vértigo, habla de tu respiración, de tu desolación, de tu traición. Es tan oscuro, tan en silencio el proceso a que me obligo. Oh habla del silencio.”
Alejandra Pizarnik, horas después.
Un Montesco de los de toda la vida, horas antes...


“La que murió de su vestido azul está cantando. Canta moribunda de muerte al sol de su ebriedad. Adentro de su canción hay un vestido azul, hay un caballo blanco, hay un corazón verde tatuado con los ecos de los latidos de su corazón muerto. Expuesta a todas las perdiciones, ella canta junto a una niña extraviada que es ella: su amuleto de la buena suerte. Y a pesar de la niebla verde en los labios y del frío gris en los ojos, su voz corroe la distancia que se abre entre la sed y la manos que busca el vaso. Ella canta.”
Alejandra Pizarnik, días después.
La vida, al unísono.


“El miedo de no ser sino un cuerpo vacío
que alguien, yo mismo o cualquier otro, puede ocupar,
y la angustia de verse fuera de sí, viviendo,
y la duda de ser o no ser realidad”

Xavier Villaurrutia, entretanto...

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