Agua estancada.
Titolino a.k.a Mapas de agua.
“¿Narciso que ves al mirarte al espejo?
Veo a Narciso.
Y se ahogó.”
A un gallo de veleta llamado Narciso.
“Se que provocas la llegada al postre,
agobio de un camarero.
¿Tú te escuchas cuando hablas?
¿Escuchas cuando callas o sigues hablando?
Ahogándote en el deliro,
es divertido verte,
un final a lo Shakespeare,
retazo fatuo de inteligencia,
la inoperancia puesta en escena,
letras amontonadas no toman vida,
las cubre el polvo y la evidencia,
secuencia de tu película
vista por triplicado.
Hiciste un circulo rojo
en la sección de anuncios:
se busca prepotente de cara inocente,
experiencia en la intransigencia del capricho.
Lo mío no es tuyo.
Vendes el humo
de la ciudades que visitaste,
tus momentos de mirada perdida en el salón.
Te tiras de cabeza en la piscina,
eres torpe, un grito en el descansillo;
las pompas te vuelven una de ellas,
juzgas antes de sentir,
sientes antes de creerlo.
¡Cuánto hablas!, ¿tanto sabes?
¿Cuánto viste más allá de tu rutina cuadriculada
dentro de cuadrantes perfectamente colocados
para sentirte en ángulo recto?.
Otro ego, un naufragio sin tesoro,
vas a perder la voz.
Naces y mueres;
cuanto más grande es el tambor
más tonto es el niño.
Tus patitas en el fango,
chapotea, sigue manchándote
se que te divierte,
es tu único juguete.
Los gallos de gallinero
se quedan mirando
el alambre del corral.
Los perros merodean a sus anchas
antes de que emitas tu canto,
bostezan,
demasiado poco."
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