Mi pitbull rabioso.
****Titolina con los chokis****
De las cosas que me llevo,
A carcajada limpia me golpea este collar,
Que tú me has regalado.
Así siempre te recuerdo y no puedo
Echarte nunca de menos,
Es lo justo, si notamos,
Que aunque tú y yo, nos vamos,
Ahí estás.
Siempre en movimiento,
No hay olvidos a la vista,
No da tiempo a borrar
lo que significó cada café.
Once años sin verte,
No me cuadran las cuentas,
De las veces que hemos hecho el payaso sin nariz.
De las veces que pregunté por ti
En tantos días de ausencia.
Travesuras, chocolates,
El Herminio y Lacasitos,
Las meriendas en mi casa,
Las palabras, las que dices
Las que callas.
Demasiado tiempo ya,
Como para no tenerte en cuenta,
Al repartir los abrazos que me quedan.
Demasiadas confidencias,
Demasiada amistad,
Y un concierto memorable.
Que te quiero, ya lo sabes.
tal vez, no te percates,
De que escéptica, no encuentro
Una playa a medida
De la tabla en la que coges las olas
En tu corazón.
Grande. Dolorido, pero grande.
Soy una caza-recompensas,
Mercenaria de la esencia
De los sentimientos puros.
Qué callado te tenías,
Que, aunque seas un gran premio,
Se sospecha, tan inquieto, un vacío
Si te vas.
(Mi pitbull sólo necesita tres cosas para una tarde de un día laboral: estrujarme un brazo, hacerme cosquillas y un paquete de tabaco. Y así pasan los días, y entre pitbulls y flautas, tan claro como que el tiempo se agota y te irás a Barcelona y yo a Granada…otra vez.)
Etiquetas: Titolina
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