Niña y Cocodrilo.
Niña y Cocodrilo.
-Creo que nada vale contra esta caricia
Julio Cortázar.
A la niña del árbol de Canela.
un charco enfrente del Café Elvira
con el olor de la Zotal
pasando por mil estados emocionales
hasta llegar al menos a una nariz.
Por aquí los reptiles y los perros
se llevan como pueden,
al subir a casa cuando el frío acecha
somos un poco de eso que llaman
ser digno.
Un día encontré una puerta abierta,
los escalones eran de mármol desgastado;
la curiosidad movió mi cola,
entré sin pensar.
No había nadie para recibirme,
el salón estaba calentito,
miré de reojo el baño;
¿intrigado o mal educado?,
eso no importó.
Cocodrilo de dientes húmedos
entró en la cocina,
merodeé por los bajos
en busca de un no se qué
pero mi sangre fría se movía rápido
como si nadase en un paraíso de Florida.
Oí una diminuta onomatopeya,respiré lento, ¡OH!;
era la cosa más linda de esta vida reptada;
eso debe ser lo que llaman sonrisa.
¡Es una niña!,
mi corazón se cubrió de las flores del pantano
y de unas cuantas que no había visto nunca.
Hola, soy un cocodrilo de plástico
y si tocas mi barriga pito;
es lo único que pude decirle,
estaba paralizado.
Ella me dijo que vivía allí,
en la ciudad de la estantería
junto al árbol de la Canela.
Pasó su mano por mi cabezota,
sonreímos por tan extraño tacto
y así nació una historia de Amor,
hija de la intriga y la diferencia,
no tan ñoña como La bella y la Bestia;
aquí las tacitas guardan tardes de juegos,
saltos y abrazos,
secretos que se fugan sin miedo,
pasión y risas silenciosas
sobre el fogón.”
1 Comments:
gracias, tío feo...
las oscuras golondrinas volverán y cien gaviotas dónde irán, pero xiu xiu xiu hará cosquillas, you know
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