Vacilonia...

****Titolina a.k.a. jejeje****

Bien, pues…

Donde escribo hay dos niñas índigo pegándole un moco a la sección áurea. El punto y la línea son los pedantes de la clase, caminan sobrados cuando comentan repugnar la interpretación de Gale Harold, tildada de cruel siendo más bien devastadora en los acentos, mucho más complejos de lo que quieren ser un punto y una línea pseudo violentos cuando no están ocupados con su geométrica para simples.

Nadie logró superar a Mary en No More Drama aunque el Onírica de Eddine se pague sin excusas, material inflamable siempre sale de la Funkomuna. La conexión entre la razón y yo es tan perfecta como Justin con Timba o Pharell con Kelis, no te percataste de que la esquizofrenia transitoria que sufre Iván al cantar y yo al escucharlo es porque tenemos a Calvin dibujando en modo-D un Célula y un Freezer, con la mesalazina haciendo de pegamento de contacto y borrador, porque en mi área de Broca ya no hay afasias que sin rodeos vomiten eneatipos del estilo Gestalt crujiéndose de la puta hiperestesia en la región perisilviana izquierda, que me quita el sueño por ocupar demasiado y porque corren que te cagas mis sinapsis.

Te preguntas quién entiende a los niños y te olvidas de que son demasiado sabios como para que los alcances. Si tratas con ellos, llámalos de usted o sé uno de ellos, aquí no queremos maduritas interesantes de manual.

El punto de enfoque está ponderado al centro, sin que la longitud de onda beba agua del manantial del arco iris que se creó en Candilejas, cuando Chaplin salvó de morir ahogado en sus penas a aquel borracho.

De todas formas, me sienta peor verte que comerme la bota de la Edad de Oro, aunque ésta fuese en realidad de regaliz, y escucharte es como criar al chico político de Un rey en Nueva York, hasta que se haga socio del Pce.

La Casa Rusa se repitió tres veces pero se hizo sin cortes y, en Vive como Quieras me encuentro tan bien como Cantando Bajo la Lluvia, lástima que Alicia Keys no hubiera nacido para salir en Hair, me conformaría con que cantase mientras Nicole se sumerge en el agua con esa nariz postiza o que después le preguntase a Julianne Moore si se ha quedado trastornada.

No más que tú después de ver Kill Bill I y II en una tarde de domingo.

No me hagas elegir entre Lars o Woody, porque cualquiera de los dos podría entender que no estaría mal follar con Shane, pero el verdadero shock fue que hubo un antes y un después (después) de leer a Virginia.

En el antes se agotaron las palabras nuevas, por no hablar de que los locos/genios nos reímos del método, ya te gustaría que tus paranoias fuesen pasto de Bloomsbury.

La perfección está escrita en iambic pentameter, pero estoy cansada de los putos Campos de Castilla y sólo consiento a uno que se pregunte por las oscuras golondrinas. Poe murió tan lleno de rabia como Miguel Hernández, pero siendo los putos amos.

Seamos realistas, Marlowe es mejor, y Shakespeare se copió de él para escribir Hamlet. Me meo en los puristas como Harold Bloom tan a gusto como Lucía en el amor eterno.

Por no hablar de Goethe con Fausto.

Dos me retaron en el escenario: a una todavía le duele el ego y al otro el ojo.

En medio de la calle Avinyó me sentí taciturna y ravalera, cuando me echaron de La Cova del Drac me di cuenta que el mejor lugar del mundo estaba entre Sa Cova y Sa Conca.

Con esto quiero decir que si juzgas demasiado antes de conocerme, haces bien, corrías el riesgo de parecer vacía señalándome como alguien que no tiene ni idea…

Y ahora ponme tus carteles. Diséñalos con un buen plan de escape, y, recuerda que éste ha sido patrocinado por la semeiopoiesis ilimitada antes de grabarte con sangre que la próxima vez, vaciles a tu padre, que te dirá que quien recibe patadas por detrás, va por delante, que mejor ser copiado que copiar y que lo único que comparto con el Swy es que no me muerdo la lengua porque me duele y alguna tesis doctoral.

Escribe un ensayo o algo. Pero no pienses en esto más de lo que bebe agua Bocasecaman.

Encantada. Me llamo Pauline y soy muy complicada. Para ti parece que demasiado. Al resto no le importa porque me valoran por otro tipo de cosas y no olvidan que no sé hacerme un huevo frito.