Welcome 2 Linares.

Titolino a.k.a Besar a mi Madre.

“Sentir lo que es amar, sentir lo que es sufrir;

Demasiado caro para sobrevivir.”

Eddine Said.

Un día antes de volver a casa, sensaciones recorren mi cuerpo.

Las calles que me vieron merodear repleto de infancia, niñez.

La gente, mis vecinas, la Madre de Titolina, mi Madre; se me cae el alma al suelo y no la puedo recoger.

Linares del Love-Hate, tu ejercito de eucaliptos ya no custodian tu entrada;

verte, sentirme por unas horas y volver.

Como hemos cambiado, tú y yo. He dejado tanto que a veces no me acuerdo y me duele.

¿Cómo llevar mi vida ante tus ojos?, hace tiempo que no hablamos.

Claro que tengo cinco minutos y cincuenta céntimos para hablar contigo, pero se apoderan de mi las líneas telefónicas y me ahogan al escuchar tu voz.

Mamá, la carne de tu AMOR tiene las alas que tú le diste, han crecido, se han vuelto un poco oscuras. Pequeña gaviota, sentir el calor de tu nido, esa mirada a la hora de comer.

Tengo la sensación de volver con un ala rota, pequeñas molestias en mis ojos hacen que se humedezcan.

Mañana de Domingo para tantas sensaciones, ¿Qué mejor día para volver a tus brazos?

Una vez dije en un momento de lucidez y enajenación a la vez que solo volvería a esa ciudad para ver a mi madre y el día en que mis ojos dejaran de trabajar.

Pasar por el cortijo “Los Perejiles” por la carretera antigua, las mañanas entre las olivas, el olor a las hogueras.

Las viejas firmas, las casas de mi gente con las puertas abiertas.

Aquel día de Septiembre mirando el letrero con tu nombre tachado supe que podría pasar esto y tan contento de tus brazos me largué casi sin decir adiós.

Las escalerillas de la plaza de toros volverán a ser el comienzo del día.